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Fuente: Buch, Tomas, El tecnoscopio. Ed. Aique

2 - Los cereales y la revolución verde

    El trigo, la cebada, el arroz y el maiz, cada uno en su propia zona geográfica fue el centro de la actividad económica de los pueblos desde la revolución neolítica, y siguen siendo la base de alimentación de todos los pueblos.
    El crecimiento de la población humana hizo necesario un aumento de  los espacios dedicados al cultivo de cereales, y a la introducción de tecnologías nuevas para aumentar el rendimiento y la calidad de esa producción. 
    El uso extensivo de agroquímicos, junto al desarrollo de variedades híbridas que reunen un alto rendimiento, una especial resistencia a ciertas enfermedades, y una adaptación específica a condiciones climáticas de determinadas regiones, produjo un formidable aumento de la productibilidad de los cultivos de ciertos cereales. Estos cambios tecnológicos fueron tan espectaculares que en los ámbitos internacionales se habló de una verdadera "revolución verde".